domingo, 18 de julio de 2010

¿Ciencia ficción?

La próxima vez que os encontráis por la calle con una cuestación para la lucha contra el cáncer (o cualquier otro tipo de enfermedad) y os dé la tentación de pasar de largo o cada vez que penséis que los impuestos que pagamos destinados a Sanidad y Educación no sirven para nada, me gustaría que os paráseis un segundo a pensar en lo que sucede al otro lado de las anteojeras de vuestra vida cotidiana.
Cada día, científicos de todo el mundo se esfuerzan en encontrar curas para vuestras dolencias, en ganarle el pulso a enfermedades degenerativas o mortales. Muchos de ellos son becarios y sus proyectos dependen directamente de gobiernos y otras instituciones, muchas de ellas son ONGs,  para poder continuar su labor.
Es cierto que también los habrá que se muevan por intereses económicos o por hacerse un nombre en el mundo científico, pero la gran mayoría son unos apasionados de su trabajo, con sueldos modestos y que hacen vida en sus laboratorios.
Aquí os dejo un magnífico ejemplo de su trabajo.


Robar a las células cancerosas su inmortalidad podría detener la enfermedad .

Las células cancerosas son efectivamente inmortales, no afectadas por los procesos que detienen la duplicación de las células y causan su muerte. Pero ahora hemos encontrado una proteína que les da la inmortalidad – y, quizás, la manera de desactivarla.


Cada vez las células normales se reproducen, pierden una pequeña parte de la punta protectora de su ADN. Esos trocitos son conocidos como telómeros, y una vez se han vuelto demasiado cortos, la célula deja de reproducirse y comienza a morir. Las células cancerígenas, en cambio, son cpaces de impedir que las cadenas de su ADN pierdan telómeros, lo que las hace efectivamente inmortales.

Los investigadores en la Universidad Estatal de Washington han encontrado una manera de potencialmente invertir este proceso. Si bien la enzima telomerasa “ extiende la extensión de una de las cadenas del ADN de las células cancerosas, una variedad de proteínas son responsables de la otra. El equipo se centró en este otra cadena y descubrió una de las proteínas específicas que regula la longitud de la segunda cadena y cómo reproducirla artificialmente. Con esta información crucial en mano, ahora están centrados en el bloqueo de la función de la proteína reguladora.

Si pueden de hecho encontrar una manera de impedir que la proteína funcione correctamente, los beneficios podría ser enorme. Sin esa proteína, es cadena de ADN no se podría alargar más y se reduciría y moriría como una célula normal. Transformaría las células cancerosas de asesinos inmortales a células viejas normales, haciendo que los tumores sean mucho, mucho más fáciles de tratar.

Publicado por [EMBO Journal] (Organización de Biología Molecular Europea)

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